
Cerámica al Negativo

El taller de productos al negativo en Michoacán, es un ejemplo vivo de la calidad y altura artística que puede alcanzar el arte popular mexicano. Este sencillo taller se enorgullece de ser heredero de una tradición alfarera que data, según la memoria familiar, desde principios del siglo XIX.
Sin embargo, como suele suceder con la mayoría de las unidades de producción artesanal en nuestro país, este taller se vio obligado, durante décadas, a producir únicamente objetos de alfarería utilitaria que, vendidos en gran volumen y a muy bajo precio, resolvían dificultosamente las necesidades del grupo familiar, no obstante su alta calidad.
En el año 1996, el taller fue invitado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo a participar en un proyecto experimental, que tenía como objetivo poner en marcha una estrategia multimodal para mejorar la calidad de vida de los alfareros de la región.
A través de un proceso intensivo de intercambios, formación y asesorías que duró poco más de un año. Se decidió dar un giro definitivo al taller. Al visitar museos del estado, en donde se exhiben valiosas piezas arqueológicas de cerámica michoacana, pudieron estudiar de cerca las técnicas prehispánicas e iniciar ellos mismos un proceso de rediseño y experimentación sobre su propio trabajo, cuyos resultados fueron sorprendentes.
Con numerosas experiencias de ensayo y error, lograron recuperar una técnica antigua llamada “AL NEGATIVO”, con una calidad idéntica e incluso superior a la de las piezas que les sirvieron de objeto de estudio.
Este es el único taller en todo el país que trabaja esta técnica.
Cada pieza exige gran dedicación. Son forjadas y decoradas a mano, utilizando formas y diseños prehispánicos, además del valor que reside en el rescate cultural de una técnica que se había perdido.
El logro más importante del taller ha sido el crear una línea de productos ornamentales a partir de lo aprendido en el Proyecto, utilizando los recursos culturales que de manera legítima se han reapropiado. Estos productos resultan únicos en el país por su originalidad y belleza.
Ceramics "al Negativo"
The workshop Al Negativo in Michoacan, is a living example of the high artistic quality that can be reached by the Mexican Folk Art. This basic workshop is proud to be the heir of a pottery tradition that dates, according to family memory, since the early nineteenth century.
However, as is often the case with most artisanal production units in our country this workshop was forced for decades to produce only utilitarian pottery, solid in high volume and very low price solved the family group needs, despite its high quality.
In 1996, the workshop was invited by the Universidad Michoacan de San Nicolas de Hidalgo to participate in a pilot project, which aimed to implement a multimodal strategy to improve the quality of life of potters in the region.
Through an intensive process of exchanges, training and counseling that lasted just over a year. It was decided to take a definite turn for the workshop. By visiting museums in the state, where valuable archaeological ceramic of Michoacan is exhibited, they were able to study closely the pre-hispanic techniques on and start a process of redesign and testing on their own work, the results were surprising.
With many experiences of trial and error, they managed to recover an ancient technique called “Al Negativo”, with identical quality and even higher than the pieces that served as objects of study.
This is the only workshop in the country working on this technique.
Each piece requires great dedication. They are forged and decorated by hand, using pre-hispanic forms and designs, plus the value that resides in the cultural rescue technique that had been lost.
The most important achievement of the workshop has been to create a line of ornamental products based on lessons learned in the project, using the cultural resources that have been legitimately reappropriated. These products are unique in the country for its originality and beauty.